Realidades.

Estoy harta de oír hablar de sonrisa que enamoran, de miradas que embelesan y de gestos y palabras que hacen que te tiemblen las piernas. Sé de sobra que tú no eres así, y nunca lo serás. Puede que yo, en cierto modo, al ser una chica, tenga mi lado sensible y delicado y que a veces sí que me guste que me alegren el día con pequeños detalles y palabras bonitas.

Pero  sobretodo, lo que yo quiero, es que, cuando estés conmigo, seas tú mismo. Sin fingir para tener una relación "perfecta", sin tener que decirnos lo mucho que nos queremos todo el rato. Simplemente, hablando y discutiendo qué queremos hacer porque ninguno de los dos está lo suficientemente despierto para pensar, o simplemente, no tenemos una mierda de iniciativa.

Quiero que me mires y qué pienses : "Se le nota en la cara que no ha dormido toda la noche" y no "es tan natural... Es el amor de mi vida", porque para ñoñerías ya están todos los demás cada vez que me das un beso en la mejilla porque soy una puñetera pupas y me estoy haciendo todo el día daño en algún sitio.

Que yo no quiero que seamos ni iguales ni diferentes a los demás, lo único que quiero es que te sientas a gusto cuando estás conmigo. No pido más. 

¿Crees...?

¿Crees que algún día me daré por vencida? ¿Crees que algún día dejaré de pensar en ti? ¡JA! Bendita inocencia la tuya.
Porque a estas alturas, deberías saber mejor que nadie, que jamás dejaré de creer que hay un "nosotros".

Tú no te das cuenta., pero te juro que lo veo en tus ojos.
Esos ojos que hacen que me fallen las piernas. Esos ojos que son capaces de contarme historias enteras en cuestión de segundos y sin una sola palabra.  Esos ojos que sé que me miran a escondidas, tratando de disimular.

Esos ojos en los que me encanta verme reflejada. Esos ojos. Los ojos que quiero morir mirando.