Aun así, es mucho más divertido que el cielo.
¿Por qué convertir la diversión en pecado?
pero ¿acaso no nos dicen desde que nacemos que somos nosotros
los que hemos de establecer los nuestros?
Porque todo está en los ojos del que mira,
¿por qué ver en la pasión la lujuria, en el apetito la gula,
en la confianza en uno mismo la soberbia?
¿Por qué odiamos tanto los extremos ?
Vivir la vida al máximo
es saborear cada instante como si fuera el último,
poner todo tu yo en todo lo que haces,
ya sea follar, comer o mirarse al espejo como si fueras el ser más bello de este planeta.