No he venido a ser una copia.

Mi magia hecha prosa. A veces puede que lírica. La representación de mi mundo y mi realidad.

jueves, 10 de diciembre de 2015

ProInfierno

Lo peor del infierno es que no tiene cerveza fría.
Aun así, es mucho más divertido que el cielo. 
¿Por qué convertir la diversión en pecado? 
Soy consciente de la existencia de los límites, 
pero ¿acaso no nos dicen desde que nacemos que somos nosotros 
los que hemos de establecer los nuestros? 
Porque todo está en los ojos del que mira, 
¿por qué ver en la pasión la lujuria, en el apetito la gula, 
en la confianza en uno mismo la soberbia? 
¿Por qué odiamos tanto los extremos ? 
Vivir la vida al máximo 
es saborear cada instante como si fuera el último, 
poner todo tu yo en todo lo que haces, 
ya sea follar, comer o mirarse al espejo como si fueras el ser más bello de este planeta. 

lunes, 7 de diciembre de 2015

Si hoy te tuviera aquí...

Si hoy te tuviera aquí te aburriría contándote miles de historias. Te hablaría del universo, de cómo mantiene un perfecto equilibrio, y en cómo se le ha ido la mano haciéndonos un sitio en él. Te contaría mil historias inventadas, todas probablemente con algo de verdad. Haría infinitas las posibilidades. Si hoy te tuviera aquí, te daría todo mi yo, como tantas otras veces lo he hecho, entregándome a ti en cuerpo y alma. Miraría las horas pasar en las ojeras sobre las que reposarían tus ojos, te besaría una a una todas las partes de tu cuerpo hasta que no me quedara ninguna, y cuando estuviera amaneciendo, volvería a empezar. Si hoy te tuviera aquí, quizá y sólo quizá, sería capaz de parar el tiempo, para que no te tuvieras que ir nunca más.

Me temo lo peor.

Hoy me he tumbado en la cama, después de haber visto "querido John" y que de que Judit se pasara más de media hora llorando. Y no he sentido nada.

No voy a decir que soy una persona de lágrima fácil, porque sería mentir. Pero sí que siento cosas; muchas y muy fuertes, o al menos hasta ahora. Pero hoy viendo la película, no he sentido nada. Le he hablado a mi eterno ex, ese ex que es ex porque yo no sé llevar la distancia, esperando sentir mariposas en el estómago, como cada vez que hablamos. Y nada. Ni un hormigueo al recordar la primera vez que nos besamos, nada de nostalgia pensando en aquellas tardes de verano que nos pasábamos enteras en cualquier mirador, hablando de todo y de nada, que jamás quise que acabasen. Nada.

No quiero que me pase esto; no es una sensación agradable. Tan siquiera soy capaz de agobiarme por mis estudios, o decepcionarme conmigo misma por comer infinitas cantidades de chocolate, todo me da igual. Estoy sumida en la peor de las rutinas y apenas siento ilusión por nada. Espero que no me dure mucho, porque me temo lo peor, y es que después de tantas ostias me estoy volviendo de piedra. Me estoy muriendo por dentro, y lo irónico de esta situación, es que me da igual.