No he venido a ser una copia.

Mi magia hecha prosa. A veces puede que lírica. La representación de mi mundo y mi realidad.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Código rojo

Intento abarcar temas de uno en uno. Centrarme en un problema, analizarlo y encontrarle solución. Pero mi cabeza no funciona así.

La presión interna supera a la que mi cráneo puede soportar. Se va agrietando poco a poco. Pobre del que esté cerca cuando estalle.

Son las cuestiones fundamentales de la vida las que inquietan el alma, y noto cómo la mía vibra, ansiosa por conocer. Quiere volver a casa,  donde todo empezó. Pero es prisionera de este cuerpo, esclava de sus necesidades terrenales.

¿Tu alma es inmortal? Si es así
¿está completa? ¿o es acaso el cuerpo el que posibilita este fin, haciendo posible su aprendizaje y conectándola al conocimiento?

Noto mi falta de léxico cuando hablo de estas cuestiones, aunque en muchos casos, faltan palabras que describan con exactitud ciertos términos, y a su vez, faltan palabras para describir los mismos.

Vivimos en un mundo de simplismos, abandonados de la reflexión. Otra opción es que, como en "la fiesta de las salchichas" lo prefiramos así, para no tener que pensar en la verdad y poder dar un sentido (aunque bastante pobre) a esto que llamamos vida.

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